Helgoland downlight confirma la eficiencia de su diseño también en la versión orientable, ampliando sus posibilidades de uso e integración en el espacio.
El motor óptico, con solo 12,5 mm de grosor, se convierte en un principio de iluminación universal, compatible con distintos accesorios y ahora también orientable. Gracias a una nueva estructura, el mismo elemento evoluciona de un simple downlight a un proyector direccional.
Totalmente integrado a ras de la superficie, puede extraerse, inclinarse con total libertad gracias a un doble eje articulado, y girar 359° sobre su eje vertical. Está disponible en versiones empotradas con o sin reborde, o bien en instalación en superficie.
La versión empotrada es especialmente flexible, adaptándose a diferentes espesores del techo: de 12,5 a 40 mm para la versión sin reborde, y de 1 a 50 mm para la versión con reborde.
Helgoland adjustable también abre paso a una libertad estética: el sistema es modular y está compuesto por la cabeza y la estructura como elementos separados, permitiendo combinar acabados tono sobre tono o en contraste, para lograr una integración más personal.









